Cada cierto tiempo aparecen en el mercado nuevos tipos de alimentos, los llamados novel foods. Muchos de estos alimentos pasan rápidamente a formar parte de nuestra vida cotidiana. Cuando nos faltan nutrientes, recurrimos a los suplementos; cuando prescindimos de la carne, optamos por los productos vegetales; y cuando queremos desarrollar músculo, recurrimos a la proteína de suero en polvo.
En cambio, algunos de estos nuevos alimentos nos resultan desconocidos. Los insectos, por ejemplo, rara vez forman parte del menú en Europa. Pero seguramente esto también va a cambiar, porque los insectos tienen un alto contenido de proteínas y son una alternativa ecológica a los productos cárnicos convencionales y a los piensos clásicos. Los nuevo alimentos reflejan las tendencias actuales del mercado, por lo que cada vez son más importantes. Una razón para observar más de cerca este grupo de alimentos.
El reglamento sobre nuevos alimentos como marco jurídico
De acuerdo con la Oficina Federal de Protección del Consumidor y Seguridad Alimentaria, un nuevo alimento incluye "cualquier alimento que no haya sido utilizado para el consumo humano en un grado significativo en la Unión Europea antes del 15 de mayo de 1997 y que entre en al menos una de las categorías enumeradas en el artículo 3 del Reglamento sobre nuevos alimentos (UE) 2015/2283". Estos pueden ser, por ejemplo, alimentos y nutrientes producidos técnicamente o alimentos procedentes de microorganismos, plantas o animales. La gama es, pues, amplia.
Una cosa es segura: El término novel food abarca un espectro de diferentes tipos de alimentos. Esto supone un reto para el análisis, porque también significa que tenemos que tratar con matrices de muestras muy diferentes. Los parámetros de la muestra que deben determinarse también son diversos.
Mientras que los alimentos con proteínas añadidas, como las barritas energéticas, los pudines proteicos y el suero en polvo, suelen ser de especial interés por su contenido de proteínas, los productos vegetarianos y veganos, como las cremas veganas para untar, el tofu y las alternativas a la carne, suelen centrarse más bien en las grasas que contienen. Con frecuencia se analiza el contenido en nitrógeno de los sustitutos del azúcar como la goma xantana, el xilitol y la estevia, así como el contenido en fibra y quitina de los insectos comestibles.
El contenido de dióxido de azufre es interesante para algas como la espirulina y diversos frutos secos. Además, en el caso de las mezclas de especias y los zumos, a menudo se determina la proporción de aceites esenciales. De este modo, cada nueva muestra alimentaria requiere un método analítico específico. C. Gerhardt está a la altura del reto y ofrece diversas soluciones.
Estamos especialmente bien posicionados en el campo del análisis de nitrógeno y proteínas. Ofrecemos soluciones parcial y totalmente automatizadas conforme a Kjeldahl y Dumas y satisfacemos así diversos requisitos. Con nuestros sistemas, también podrá llevar a cabo todos los pasos del análisis de grasas conforme a Weibull-Stoldt, desde la hidrólisis hasta la extracción sólido-líquido. También somos especialistas en el campo de la extracción de fibras. Desde fibra cruda hasta ADF y NDF, lo abarcamos todo.
También hemos desarrollado aplicaciones especiales para el análisis del dióxido de azufre. Aquí ofrecemos, por un lado, una alternativa que ahorra espacio al método optimizado de Monier-Williams y, por otro, un método que ahorra especialmente tiempo con nuestros sistemas VAPODEST. Como puede ver, también aquí nos adaptamos a las distintas necesidades y le ofrecemos la solución adecuada.
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