Las proteínas están presentes en casi todos los alimentos y piensos. El contenido de proteínas se calcula con la ayuda del factor proteico (según el tipo de muestra) a partir del contenido de nitrógeno determinado de una muestra y es un criterio decisivo para la calidad y el precio de un producto. Además, también forma parte de la información obligatoria de los alimentos junto con los hidratos de carbono, los azúcares, la grasa, la fibra y el sodio. De aquí se deduce la gran importancia de este tipo de análisis para la industria alimentaria y de piensos.
Después de su estudio analítico, los productos se identifican con el valor nutricional correspondiente que servirá como información para los consumidores. Esta identificación es obligatoria para los fabricantes y está regulada por leyes nacionales e internacionales.
Como el contenido de proteínas se calcula a partir del contenido de nitrógeno, se utilizan los mismos métodos de análisis que para la determinación de nitrógeno: Kjeldahl, Dumas y NIR.